viernes, enero 29, 2010

Sin hacerla de tos, regresamos


Cumplimos y cumpliremos, y así lo hicimos puntualmente con nuestra condena (por delitos contra la salud).

Y como profesionales que somos, con la frente en alto regresamos, más sabios, más interesados en su fiel organismo: la mano no nos tiembla, el tapabocas ya no nos causa nauseas, los crocs no nos restan hombría y a Falopio ya no le tememos: ¡que toque sus cornetas, no pasará!

Un inquietante pálpito nos dice que aún reservan un cálido rinconcito de su ser para nosotros; gracias.

Así, les dejamos un remedio tradicional e infalible para la carraspera que aqueja nuestro tiempo.

Sin hacerla de tos —ojos negros—, regresamos.

¡Salud!